martes, 31 de enero de 2017

Martes 31 de Enero de 2017

 San Juan Bosco

Marcos 5. 21-43

Cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se le reunió mucha gente, y él se quedó en la orilla. En esto llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, que al ver a Jesús se echó a sus pies y le rogó mucho, diciéndole:
—Mi hija se está muriendo; ven a poner tus manos sobre ella, para que sane y viva.
Jesús fue con él, y mucha gente lo acompañaba apretujándose a su alrededor. Entre la multitud había una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, sin que le hubiera servido de nada. Al contrario, iba de mal en peor. Cuando oyó hablar de Jesús, esta mujer se le acercó por detrás, entre la gente, y le tocó la capa. Porque pensaba: “Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.” Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad. Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de él, se volvió a mirar a la gente, y preguntó:
—¿Quién me ha tocado la ropa?
Sus discípulos le dijeron:
—Ves que la gente te oprime por todos lados, y preguntas ‘¿Quién me ha tocado?’
Pero Jesús seguía mirando a su alrededor, para ver quién lo había tocado. Entonces la mujer, temblando de miedo y sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y le contó toda la verdad. Jesús le dijo:
—Hija, por tu fe has sido sanada. Vete tranquila y curada ya de tu enfermedad.
Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos de casa del jefe de la sinagoga a decirle al padre de la niña:
—Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar más al Maestro?
Pero Jesús, sin hacer caso de ellos, le dijo al jefe de la sinagoga:
—No tengas miedo; cree solamente.
Y no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba, entró y les dijo:
—¿Por qué hacen tanto ruido y lloran de esa manera? La niña no está muerta, sino dormida. La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir a todos, y tomando al padre, a la madre y a los que lo acompañaban, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo:
—Talitá, cum (que significa: “Muchacha, a ti te digo, levántate.”)
Al momento, la muchacha, que tenía doce años, se levantó y echó a andar. Y la gente se quedó muy admirada. Pero Jesús ordenó severamente que no se lo contaran a nadie, y luego mandó que dieran de comer a la niña.
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Jesús ayuda a todos los que le piden con fe. Nada es imposible para El. Y yo, … que “imposible” arrastro.   ¿qué le pediría a Jesús?   ¿Tengo tanta fe como Jairo? ... ¿Es mi fe tan grande como la mujer con hemorragia? … ¿qué le pido? …  ¿por quien le pido?   ¿me parece imposible?  … Nada es imposible para El. Con fe puedo superar mis padecimientos que me quitan felicidad como  la mujer con hemorragia. Con fe puede volver a la vida lo que pareciera muerto en mi como la hija de Jairo. ¿cuáles serán mis hemorragias que no me dejan vivir feliz? … ¿qué se ha muerto en mi que puede revivir y estar más pleno? … Lo pido con fe … Gracias Señor

lunes, 30 de enero de 2017

Lunes 30 de Enero de 2017

 Santa Jacinta de Mariscotti


Marcos 5. 1-20. 

Llegaron al otro lado del lago, a la tierra de Gerasa. En cuanto Jesús bajó de la barca, se le acercó un hombre que tenía un espíritu impuro. Este hombre había salido de entre las tumbas, porque vivía en ellas. Nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Pues aunque muchas veces lo habían atado de pies y manos con cadenas, siempre las había hecho pedazos, sin que nadie lo pudiera dominar. Andaba de día y de noche por los cerros y las tumbas, gritando y golpeándose con piedras. Pero cuando vio de lejos a Jesús, echó a correr, y poniéndose de rodillas delante de él le dijo a gritos:
—¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego por Dios que no me atormentes!
Hablaba así porque Jesús le había dicho:
—¡Espíritu impuro, deja a ese hombre!
Jesús le preguntó:
—¿Cómo te llamas?
Él contestó:
—Me llamo Legión, porque somos muchos.
Y rogaba mucho a Jesús que no enviara los espíritus fuera de aquella región. Y como cerca de allí, junto al cerro, había gran número de cerdos comiendo, los espíritus le rogaron:
—Mándanos a los cerdos y déjanos entrar en ellos.
Jesús les dio permiso, y los espíritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Estos, que eran unos dos mil, echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y allí se ahogaron.    Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y fueron a contar en el pueblo y por los campos lo sucedido. La gente acudió a ver lo que había pasado. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su cabal juicio al endemoniado que había tenido la legión de espíritus. La gente estaba asustada, y los que habían visto lo sucedido con el endemoniado y con los cerdos, se lo contaron a los demás. Entonces comenzaron a rogarle a Jesús que se fuera de aquellos lugares.
Al volver Jesús a la barca, el hombre que había estado endemoniado le rogó que lo dejara ir con él. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo:
—Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que el Señor te ha hecho, y cómo ha tenido compasión de ti.
El hombre se fue, y comenzó a contar por los pueblos de Decápolis lo que Jesús había hecho por él; y todos se quedaron admirados..
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¿Conozco a alguien que la está pasando mal? … ¿que vive con problemas, … amargada, … todo lo ve negativo?. … No es libre ni feliz … ¿Quién? … Pronuncio su nombre … recuerdo su rostro … Dios la quiere feliz y ella está triste y angustiada … El mal espíritu hace un gran trabajo allí …tiene  un demonio en su interior como el hombre del evangelio… Le pido al Señor que actúe en esa persona y la libere … Que su vida cambie … Que pueda dar testimonio de su liberación … ¿qué puedo hacer yo para ayudarla? … ¿qué puede ser lo que Dios quiere que yo haga de modo que pueda ser más feliz?. Su vida puede cambiar … ¿cómo  ayudar?  Pido ayuda a Dios para colabora en su felicidad. Gracias Señor   

domingo, 29 de enero de 2017

Domingo 29 de Enero de 2017

 Cuarto del Tiempo Ordinario

Mateo 4.25 – 5.12            

Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús. 
Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que sufren, porque serán consolados.,
Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos.
Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.
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Me imagino la escena ... la multitud, ... yo entre ellos, ... A Jesús, ... su voz fuerte y clara. ...  Reflexiono cada una de las bienaventuranzas, ...
¿En cuales de los grupos me siento más identificado? ¿porqué?
¿En cuáles menos identificado?, .... ¿porqué?
¿qué es lo que menos entiendo de ellas? ... ¿qué querrá decir?
¿cuáles me quedan más claras?

sábado, 28 de enero de 2017

Sábado 28 de Enero de 2017.

Santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia
 Marcos 4. 35-41.

Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos:
—Vamos al otro lado del lago.
Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron:
—¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?
Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar:
—¡Silencio! ¡Quédate quieto!
El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Después dijo Jesús a los discípulos:
—¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?
Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros:
—¿Quién será este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?
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Recuerdo aquellos momentos en que mi vida ha sido como la barca en medio de la tormenta … Recuerdo mis miedos, recuerdo cómo me ha parecido que el Señor me ha dejado solo.  ¿Lo desperté? … ¿Le pedí ayuda? … Hoy, no será momento de pedirle al Señor me de fuerzas para no temer a las olas y al viento?

viernes, 27 de enero de 2017

Viernes 27 de Enero de 2017. Santa Ángela de Merici, virgen


Marcos 4,26-34.

Jesús dijo también: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.”
También dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo, pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.”
De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como estas, según podían entender. Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte.
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Leo estas parábolas independientes una de otra. ¿Qué entiendo de ellas? … ¿Qué tienen en común? … ¿En qué me reflejan? … ¿Qué creo yo  que representan? … ¿Qué siento yo ante ellas? … Doy gracias al Señor por el regalo de sus enseñanzas … en sencillo … con ejemplos … con parábolas.

jueves, 26 de enero de 2017

Jueves 26 de Enero de 2017. San Timoteo y Tito, obispos


Lucas 10. 1-9.

Después de esto, el Señor escogió también a otros setenta y dos,  y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
 Les dijo: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande  trabajadores a recogerla.  Vayan ustedes; miren que los envío como corderos en medio de lobos.  No lleven dinero ni provisiones ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie en el camino.  Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: ‘Paz  a esta casa.’  Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, ustedes nada perderán.  Quédense en la misma casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, pues  el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa.  Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan;  sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: ‘El reino  de Dios ya está cerca de ustedes.’”
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¿cuál será la misión que el Señor me pide hoy?  ...  ¿a dónde hay que ir a cosechar?  ... Reviso las posibilidades de vida apostólica que se me presenta, en mi barrio ... en mi ciudad ... en mi trabajo o estudio ... en mi familia ... en mi casa  … con los más cercanos … ¿dónde siento mayor paz?
¿quiénes estarán esperando el mensaje de paz que Jesús me envía a dar?  ... ¿qué personas necesitan de mi para sanarse? ... Abro la mirada y el corazón ... Hay personas muy cerca de mí que necesitan darse cuenta que el Reino de Dios ha llegado a ellos. ... Pienso en esas personas ... las traigo a mi oración ...  ¿dónde encuentro más paz?  ... Se los presento al Señor para que confirme mi sentir.

miércoles, 25 de enero de 2017

Hoy es la Fiesta de la Conversión de San Pablo

Cada 25 de enero, la Iglesia Católica celebra el día en que San Pablo - entonces llamado Saulo- alcanzó la conversión camino a Damasco, a donde se dirigía para perseguir a los cristianos.
Como se recuerda, camino a Damasco Saulo fue derribado del caballo por el mismo Jesús a través de una luz del cielo que brilló sobre él y sus compañeros, cegándolo por espacio de tres días. Durante ese tiempo, Saulo permaneció en casa de un judío llamado Judas, sin comer ni beber.
El cristiano Ananías, por pedido de Cristo, fue al encuentro de Saulo, quien recuperó la vista y se convirtió, accediendo al bautismo y predicando en las sinagogas al Hijo de Dios, con gran asombro de sus oyentes. Así, el antiguo perseguidor se convirtió en apóstol y fue elegido por Dios como uno de sus principales instrumentos para la conversión del mundo.
San Pablo nació en Tarso, Cilicia (actual Turquía), su padre era ciudadano romano. Creció en el seno de una familia en la que la piedad era hereditaria y muy ligada a las tradiciones y observancias fariseas. Le pusieron de nombre Saulo, y como también era ciudadano romano llevaba el nombre latino de Pablo (Paulo).
Para los judíos de aquel tiempo era bastante usual tener dos nombres, uno hebreo y otro latino o griego. Pablo será pues, el nombre que utilizará el apóstol para evangelizar a los gentiles.
El periodo que va del año 45 al 57 fue el más activo y fructífero de su vida. Comprende tres grandes expediciones apostólicas de las que Antioquía fue siempre el punto de partida y que, invariablemente, terminaron por una visita a Jerusalén.
Los restos del santo descansan en la Basílica de San Pablo Extramuros. Este templo es el más grande después de la Basílica de San Pedro.

martes, 24 de enero de 2017

El Papa llama a comunicar esperanza y confianza en nuestro tiempo


En su mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales, Francisco invita a todos a una comunicación constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza.
«No temas, que yo estoy contigo» (Is 43,5). Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempo, es el título del Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2017, que se celebra en la solemnidad de la Ascensión del Señor, y cuyo texto se da a conocer en la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas y comunicadores.
Francisco cree que es necesario dejar de centrarse en las “malas noticias”, que no es lo mismo que desinformación, ni tampoco caer en un optimismo ingenuo: “Quisiera contribuir a la búsqueda de un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el protagonismo al mal, sino que trate de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va dirigida la noticia. Invito a todos a ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la «buena noticia»”.
La buena noticia
Entonces, ¿qué hacer para leer la realidad con «las lentes» adecuadas? Se pregunta el Santo Padre. La respuesta es el mismo Jesús y su buena nueva.
“Esta buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad. En Cristo, Dios se ha hecho solidario con cualquier situación humana, revelándonos que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca olvida a sus hijos. «No temas, que yo estoy contigo» (Is 43,5)”.
La confianza en la semilla del Reino
Para iniciar a sus discípulos y a la multitud en esta mentalidad evangélica, y entregarles «las gafas» adecuadas con las que acercarse a la lógica del amor que muere y resucita, Jesús recurría a las parábolas, en las que el Reino de Dios se compara, a menudo, con la semilla que desata su fuerza vital justo cuando muere en la tierra (cf. Mc 4,1-34). Recurrir a imágenes y metáforas para comunicar la humilde potencia del Reino, no es un manera de restarle importancia y urgencia, sino una forma misericordiosa para dejar a quien escucha el «espacio» de libertad para acogerla y referirla incluso a sí mismo.
Los horizontes del Espíritu
La confianza en la semilla del Reino de Dios y en la lógica de la Pascua configura también nuestra manera de comunicar. Esa confianza nos hace capaces de trabajar ―en las múltiples formas en que se lleva a cabo hoy la comunicación― con la convicción de que es posible descubrir e iluminar la buena noticia presente en la realidad de cada historia y en el rostro de cada persona.
Quien se deja guiar con fe por el Espíritu Santo es capaz de discernir en cada acontecimiento lo que ocurre entre Dios y la humanidad, reconociendo cómo él mismo, en el escenario dramático de este mundo, está tejiendo la trama de una historia de salvación.    
Fuente: Prensa CECh

Ciudad del Vaticano, 23/01/2017

Martes 24 de Enero de 2017. San Francisco de Sales




Marcos 3. 31-35.

Entre tanto llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera y mandaron llamarlo. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo:
—Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están afuera, y te buscan.
Él les contestó:
—¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió:
—Estos son mi madre y mis hermanos. Pues cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.
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Si hago la voluntad de Dios, para Jesús seré tan cercano como su madre, seré su hermano, su hermana … Medito esto … ¿Cuándo hago la voluntad de Dios? … ¿Cuál es la voluntad de Dios? … ¿Qué podrá el Señor estar pidiéndome hoy? … Le pido ayuda a Jesús para descubrir la voluntad de Dios y ponerla en práctica y así ser considerado por El como familiar muy querido

lunes, 23 de enero de 2017

Evangelio Lunes 23 de Enero

Lunes 23  de Enero de 2017.  Santa Virginia
Marcos 3. 22-30.                

También los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: “Beelzebú, el propio jefe de los demonios, es quien le ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.”
Jesús los llamó, y les puso un ejemplo, diciendo: “¿Cómo puede Satanás expulsar al propio Satanás? Un país dividido en bandos enemigos, no puede mantenerse; y una familia dividida, no puede mantenerse. Así también, si Satanás se divide y se levanta contra sí mismo, no podrá mantenerse; habrá llegado su fin.
“Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus cosas, si no lo ata primero; solamente así podrá robárselas.
“Les aseguro que Dios dará su perdón a los hombres por todos los pecados y todo lo malo que digan: pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo, nunca tendrá perdón, sino que será culpable para siempre.”
Esto lo dijo Jesús porque ellos afirmaban que tenía un espíritu impuro.
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Todo se nos perdona … Pienso en aquello que a veces he hecho para necesitar su perdón … Pienso en lo grande que es el amor y  la misericordia de Dios … ¿qué siento? … Su amor está reflejado en el Espíritu divino. Por su amor me perdona. Aunque Él me perdona siempre, no lo sentiré si niego la existencia de Dios, de su Espíritu Santo … el Espíritu de Dios. Recorro los momentos de perdón vividos en que he sentido la compañía del Señor. Pido hoy por quienes no creen en Dios y se auto excluyen a sentir su amor y su perdón infinito

domingo, 22 de enero de 2017

Reflexiones

¿Cómo vivir cristianamente el verano?
Pbro. Dietrich Lorenz
Párroco “Nuestra Señora del Sagrado Corazón”

La pregunta es simple, pero ¡qué difícil es de responder! La televisión en este tiempo, y también los diarios y revistas, nos bombardean con imágenes y con información de cómo mucha gente podría pasarlo bien, relajarse, broncearse para adquirir el “color fascinante” y olvidarse del mundo que los rodea.
Son programas turísticos atrayentes donde se prevé todo: viajes, desplazamientos, visitas a lugares de interés, estadía y comidas. Se ofrece con gran publicidad todo el paquete por una suma que para el común de los mortales no resulta tan accesible. Después los diarios nos publican fotografías de cómo ciertos personajes de la farándula o de la sociedad santiaguina, porque siempre son de Santiago, están disfrutando de un hermoso “verano naranja”.
Así resulta que a la mayoría de este país nos toca observar cómo estas personas transcurren sus días veraniegos encerrados en alguna playa, condominio o resort. Pareciera además que el gozo no fuera completo si no hicieran ostentación pública del descanso tan merecido al terminar un año estresante.
La publicidad, que con cierta frecuencia es engañadora y distorcionante, por lo general pone el acento en este aspecto al cual somos tan sensibles: la justicia y el mérito. Esta estadía en tal o cual hotel del norte o del sur del país usted “en justicia se lo merece” porque para eso se ha esforzado tanto. La verdad es que no se puede cuestionar los méritos, ni el estress, ni tantas otras cosas que puedan justificar tanta agitación, lo que si llama la atención es la ostentación que de ello se hace.
Aquellos que pueden consumir estos productos de la industria turística, muy centrados en sí mismos se sumergen en la indiferencia. Y los que no pueden, observan las diferencias. Aquí está el engaño, porque si de méritos se trata no hay proporción entre éstos y lo que mucha gente puede dejar de lado para pasar el verano. Algunos pueden quedarse entonces con una comprensible y velada sensación de frustración.
Pienso que aquellos que tenemos el privilegio de vivir en nuestra región tenemos al alcance de la mano muchas alternativas para no caer ni en la frustración ni en la envidia. El mar, la playa, el campo están al alcance de todos. Con un pequeño esfuerzo de imaginación nos podemos programar, saliendo de la rutina, disfrutando de aquellas cosas que por tenerlas delante de los ojos nos pasan desapercibidas: los museos, los festivales de la región, las caletas de pescadores, observar a la gente en el mercado, buscar la fruta buena, bonita y barata; la parrillada en el patio o en el balcón, las caminatas o paseos en bicicleta por el borde costero, descubrir una pequeña picada, arreglar la casa, disfrutar de la lectura de una buena novela, elegir unas buenas películas en el cine, juntarse con los amigos, etc..
De todas las cosas que podemos hacer esta última me parece la más necesaria. Darse tiempo para estar con los demás, para conversar, para canturrear al caer la tarde compartiendo lo que haya sobre la mesa; pero lo que no se debe hacer es caer en la indiferencia de los que se encierran para descansar y no caer en los sentimientos negativos de aquellos que sueñan con ganarse el Kino para poder superar las diferencias y ser felices. ¡Con poco se puede disfrutar mucho! El problema no está en el bolsillo sino en nuestro interior.
También es bueno dejarse el tiempo para gozar de las cosas del Señor: visitar algunos santuarios o algunas iglesias bonitas o históricas. Hacer un poquito de turismo religioso. El descanso de las vacaciones es muy propicio para la meditación, para ordenar y reorientar nuestros afectos hacia el Señor, para calibrar nuestras opciones de vida y nuestros propósitos; en estas semanas tenemos la posibilidad de descansar, de reponernos siendo felices. En este sentido el verano se nos presenta como un gran desafío.

Artículo publicado en Revista Stella Maris n° 82, diciembre año 2007

Adoración al Santisimo

Terminada misa de 20 hrs.
¡Ven a tener un encuentro con el Señor! 
El nos espera.....